
Uno de estos barcos, el Kormoran estaba patrullando el Índico, cerca de Australia cuando se encontró con el crucero Sydney. El corsario alemán, camuflado como mercante holandés espero hasta estar a poca distancia para desvelar su identidad y disparó a quemarropa contra el crucero australiano. A pesar de la sorpresa inicial. El Sydney era un verdadero barco de guerra mientras que el Kormoran no dejaba de ser un barco mercante. El Sydney respondió y dejó hundiendose al Kormoran mientras volvía a puerto. Es lo último que se supo del Sydney. El barco desapareció con sus 645 tripulantes. Se ha especulado con muchas causas (incluida que fuera torpedeado por un submarino japonés a pesar de que Japón aun no estaba en guerra con Australia), pero nadie había resuelto el misterio.
Recientemente se ha descubierto los restos de ambos barcos y se ha comprobado que uno de los torpedos del Kormoran causó una importante vía de agua en el Sydney. En condiciones normales el Sydney hubiera vuelto a base sin problemas, pero al parecer las condiciones meteorológicas eran muy malas y eso pudo ayudar a que se hundiera. La radio quedó dañada durante el combate y la tripulación debió perecer en la tormenta, de sed y por ataques de tiburón.



1 comentario:
Una de estas historias que cuando las ves decides que como en casa en ningun sitio. Morir de frio o sed. Vaya elección.
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