30/4/09

Teoría del Caos - Ej. 7216: Los Hijos del Volcán


Llevo unos cuantos días mosqueado con el tiempo y la temperatura en general aquí en Madrid, y pululando por las intraredes virtuales me he tropezado con una historia sorprendente que me parece que viene muy a cuento y que, para gozo y deleite de las hordas de lectores de las que podemos presumir (se acercan las 15 mil visitas! Uh! Uuuuh) me dispongo a exponeros a continuación. Para ello debemos viajar casi 200 años al pasado.

5 de Abril de 1815 - Isla de Sumbawa, Indias Orientales (hoy Indonesia). El Monte Tambora, un estratovolcán de 60 km de diámetro y casi 3000 m sobre el nivel del mar, empieza a escupir polvo, ceniza y lava. Lo que sucede durante los 10 días siguientes es la mayor y más mortífera erupción volcánica que se recuerde, por lo que se denominaría más adelante como "la erupción del milenio". El estruendo que causó se oyó a casi 5000 km a la redonda del "epicentro" (por llamarlo de alguna forma). Los muertos por causa directa de la erupción rondaron los 85 mil. Los vientos del inicio del monzón hicieron que, a más de 12000 km de allí, en ciertas zonas de Francia, se depositase una capa de ceniza de 1 cm de grosor.
Los efectos de la terrible explosión se hicieron patentes en todo el planeta. Se calcula que la erupción arrojó más de un millon y medio de toneladas de polvo y ceniza a la estratosfera, y el siguiente año, 1816, se concoció en el mundo occidental como "el año sin verano", o "el año del hambre", debido a las graves alteraciones climáticas que sucedieron: en Europa Septentrional, el norte de los Estados Unidos y Canadá, las cosechas se arruinaron por fuertes heladas y nevadas durante Julio y Agosto. Gran parte del ganado murió. Las temperaturas variaban en Estados Unidos de los 35º a mediodía a temperaturas cercanas al punto de congelación durante la noche. En Europa, recien salidos de las guerras napoleónicas, la escasez fue tal que hubo saqueos de almacenes, y la violencia por la hambruna llegó a tal nivel que en Suiza se tuvo que declarar el estado de Emergencia Nacional.

Todos estos terribles acontecimientos se derivaron de la erupción del Tambora. Pero lo sorprendente de esta historia es que lo que sucedió entonces fué causante de unas increibles consecuencias de cuyos frutos podemos disfrutar todavía hoy y con toda seguridad durante mucho tiempo:

La primera consecuencia es que el polvo y la ceniza lanzados a la atmósfera se mantuvieron en suspensión durante todo el año siguiente y, notablemente en el hemisferio norte, fueron responsables de que las puestas de sol fuesen inusualmente espectaculares. Este hecho no pasaría de lo meramente anecdótico si no fuese porque esos colores del ocaso fuesen plasmados para la posteridad en las obras de Turner, claro exponente de la pintura romántica y precursor del impresionismo.


La segunda consecuencia es todavía más sorprendente:
Avanzamos en el tiempo hasta Julio de 1816, y nos encontramos en Villa Diodati, una mansión en el pueblo suizo de Cologny, a escasos kilómetros de Ginebra (concretamente a 4 km de la Ciudad Vieja), a orillas del lago Leman. Se trata de la residencia de verano de Lord Byron, el celebérrimo poeta romántico, a quien se le han unido a pasar unos dias su amigo el poeta Percy Bysshe Shelley y la novia de éste, Mary Wollstonecraft Godwin, de 18 años de edad. El frio y la lluvia de ese espantoso verano no les permiten realizar las excursiones y actividades que tenían programadas, (tampoco es que hubiese una barbaridad de cosas por hacer en esa zona, os lo aseguro) y, resguardados en la mansión, los tres decidieron ponerse a prueba durante esos días y ver quien era capaz de contar la historia más terrorífica.
Lord Byron se basó en varias historias que había oido durante un viaje que había hecho por los Balcanes, y contó la historia de un vampiro que se caracterizaba por ser un miebro de la mas refinada aristocracia londinense. De esos primeros bocetos su amigo John William Polidori escribiría "The Vampyre" tres años más tarde (y 78 años antes que Stoker), un relato corto que hoy en día se considera precursor del género romántico-fantástico. Byron, por cierto, escribiría también un poema llamado Darkness, inspirado también en el "año sin verano".
La joven Mary, por su lado, comenzó a escribir lo que ella creía que iba a ser un relato corto, que más adelante, y en parte gracias al apoyo que recibió de Percy (con quien se casó y de quien tomó su apellido), se terminó convirtiendo en una novela que publicó como anónima en el año 1818, y que ella volvió a publicar en 1831 firmándolo, esta vez si, como Mary Shelley. La novela es Frankenstein, o el moderno Prometeo, y no solo marca el nacimiento de uno de los personajes más reconocidos del género del horror, sino que, además, es considerada por la mayoría de los entendidos como la primera novela de ciencia-ficción. 10 años más tarde nacería Julio Verne, y 80 años después H. G. Wells escribiría La Máquina del Tiempo. Y de ahí hasta el infinito (y más allá...)

Así que ahí lo tenemos: un volcán revienta, y, un año más tarde en un lugar del lado opuesto del planeta, la ceniza atmosférica inspira a uno de los pintores más importantes de la historia, y el cambio climático consecuente inspira a dos autores a crear a dos personajes inmortales de la literatura y el cine, y, por si eso no es suficiente, se inventan dos géneros literarios que aún hoy perduran y entretienen a millones de personas en todo el mundo. La Teoría del Caos en un ejemplo paradigmático.
Varios de nosotros (por no decir todos), entre tripulantes y lectores, nos definimos como aficionados al género fantástico y de ciencia-ficción, tanto literario como cinematográfico. Desde aquí os exhorto a que, la próxima vez que veáis una película o leáis un libro del tema, tengáis un recuerdo emocionado hacia el volcán que dio inicio a todo. Seguro que, de no haber sucedido, la ciencia-ficción nos habría llegado por otro meandro de la probabilidad, y no cabe duda de que, aún sin esas gloriosas puestas de sol, Turner no habría dejado de ser un pintor cojonudo. Pero, personalmente, me gusta pensar que se lo debemos todo a un proceso que comenzó hace miles de años en las zonas de subducción de Magma de la placa Australiana y que culminó de forma espectacular en Abril de 1815. Me parece apropiado. ¡Solo queda imaginarnos que maravillas literarias y pictóricas verá el mundo cuando le dé por reventar a la Caldera de Yellowstone! Va a ser la bomba! (chiste! Ja ja!)

En cuanto a los no aficionados, ya sabeis: si el cine de género como Dracula, Terminator, Alien, Matrix, o Blade os aburren, si no os reisteis con El Jovencito Frankenstein, si nunca os ha dado por leer La Guerra de los Mundos o 20000 Leguas de Viaje Submarino, y sobretodo si estáis hasta la bolsa escrotal / trompas de falopio del fenómeno Crepúsculo (dioses, y lo que nos queda), ya teneis algo concreto en cuya dirección podeis agitar el puño mientras mascullais una maldición: echadle la culpa al volcán. Él tuvo la culpa de todo.


Nada más que contaros, excepto que, si podeis, echadle un vistazo a la isla de Simbawa en el Google Earth, la imagen es verdaderamente espectacular.

6 comentarios:

putupum dijo...

como ya te dije, genial el post! Me ha gustado tu guiño a Carlos Bosch!

Anónimo dijo...

Magnífico, Tio Chan.

Personalmente me uno a tu club de fans de no-me-creo-que-todo-sea-por-el-volcán-pero-me-mola-la-asociación-romántica-de-que-star-wars-viene-de-allí- Ah.... por eso cierra así el episodio III.
Se me va.

No, en serio, thanks for sharing it.

Alvin

zero dijo...

espectacular tu post,era uan historia que había leído "nosédonde" hace tiempo pero que recordaba muy vagamente, desde luego era digna de ser contada y de una forma tan sobresaliente.

que grande eres tiochan!

shaamehd dijo...

Siempre los mejores post son los que salen de nuestras cabezas y no del tubo

ENORME, CRACK, DAIMIEL!!!!!

Anónimo dijo...

Zas, en toda la boca!

Zurupeto dijo...

Good Job.
Thanks