Conciertos de verano

LLega el verano y con él los conciertos al aire libre o en recintos cerrados, para la gente del pueblo o para muchas personas, en una plaza o en el campo de fútbol, etc, y así podría seguir hablando de las mil y unas formas en la que se presentan a lo largo del país. Hoy os voy a comentar dos conciertos tan distintos pero que cada uno en su lugar, con su estilo, con su gente diversa, merece la pena. El primero fue el de Amaral la semana pasada en un pueblo de Alicante llamado Orihuela. Se produjo en un recinto ferial con gran capacidad y con una presencia de gente de distintas edades aunque la mayoría se situaban en torno a los veinte o treinta años. Yo no iba con muchas ganas, pero me llamó la atención como este grupo ha logrado conseguir un directo bastante aceptable, conseguido sobre todo con canciones facilonas y ritmos pegadizos que provocan la algarabía general entre los fans y el entretenimiento de aquel no muy apegado a ellos, destacando sobre todo como Eva Amaral se convierte en un animal de escenario capaz de mover ella sola al resto de sus compañeros y al público. En general puedo hablar de una sorpresa agradable. Para continuar el segundo fue el de Lorenna Mckennitt, cantante canadiense, que produce música folk o tradicional que se mueve desde los sonidos árabes, irlandeses, celtas, etc. Si buscas ritmos fuertes esto no es lo que buscas pero si quieres encontrar álgo adecuado para escuchar en un ambiente relajado lejos de los convencionalismos te encantará. Esta vez el concierto se produjo en el teatro Cervantes de Málaga, con una capacidad de mil personas, con una media de edad elevada. Pero aunque no se den botes ni se canten las canciones ni se mueva casi uno, el disfrute con esta actuación fue increible por varias razones: la calidad de la orquesta que acompañaba a Lorenna que emitía un sonido perfecto combinando perfectamente guitarra eléctrica, contrabajo, violín, arapa, etc, la voz envolvente de la artista que llegaba como una dulce melodía, la atmósfera creada, etc.
Dos estilos, dos ideas, pero dos grandes conciertos. Y todavía quedan muchas noches de verano, disfrutadlas.